¿Es necesaria formación universitaria en esports?
Reflexionamos sobre el estado de la formación reglada en un sector en alza como son los esports y por qué ahora es más necesaria que nunca.
En la Carta del Director que enviamos desde Esports Professional a principios de año (a la que os animamos a suscribiros, por cierto, para tener un contacto directo con nosotros y recibir información y ofertas en exclusiva), Rafael Espinosa destacaba un objetivo claro para este 2022: construir el camino para una auténtica formación universitaria en esports.
No cabe duda a estas alturas que los esports son un fenómeno mainstream, que han adquirido un hueco importante como nueva forma de entretenimiento, que van a generar empleo y que, por lo tanto, necesitan un espacio tanto a nivel institucional como cultural. Ahora bien, como industria joven que somos, necesitamos profesionales que nos ayuden a crecer y que transmitan todo el conocimiento necesario a las nuevas generaciones. Y es aquí donde nos encontramos aún con limitaciones importantes.
Antes que nada, hay que apuntar que los esports son una industria con muchas aristas, muchas de ellas con un hueco claro en carreras establecidas. Por ejemplo, todo lo relacionado con una producción y realización de un evento / competición, ya sea a nivel de espectáculo o de realización para streaming o video, pueden estudiarse bien como parte de algún grado especializado en la materia o bien con formación complementaria como la que impartimos desde Esports Professional.
Donde sí que existe una necesidad real es cuando hablamos de elementos específicos del sector: audiencias, gestión de esports, analistas, coaching, etc. Aquí, al menos en el caso Europeo, nos encontramos con un sistema que no nos deja ir ni adelante ni atrás. Si queremos realizar una formación oficial, homologada por Bolonia, necesitamos doctores en esports… Que no se encuentran porque hoy en día es impensable vislumbrar una carrera de esports como se piensa en una ingeniería, abogacía o medicina. Cosas del sistema.
En este sentido, las Universidades juegan un papel fundamental. Es comprensible que en esta primera etapa la aproximación de estas haya sido la que ha sido: esto es una experiencia nueva, impacta de lleno en el tipo demográfico de nuestros alumn@s, es generadora de ingresos, a esto hay que prestarle atención. Y es más, lo han hecho de fábula. En España tenemos un Amazon University Esports que es un exitazo y que se expande más allá de nuestras fronteras. En USA, muy en la línea de otros deportes, ya existen también competiciones universitarias. En muchos otros países, también. El problema, siendo una bendición, es ese. Que se han centrado en la parte puramente competitiva.
Es el momento de dar un paso más allá. Un asistente a nuestro pasado Webinar Informativo del día 15 de diciembre así lo destacaba y no podemos estar más de acuerdo. Ahora que los esports ya están asentados, las Universidades han de empezar a pensar en lo que realmente pueden aportar al ecosistema de los esports. Muchas de ellas, como UDIMA, apostaron desde el principio por entidades especializadas como Esports Professional y esto ha de ser el mero comienzo de una oferta formativa cada vez más amplia, con lógica y sentido, no hace falta matar moscas a cañonazos, y que entre dentro de los estándares de Bolonia. Con los videojuegos nos costó mucho tiempo y pedagogía. Esperemos que esa experiencia adquirida nos ayude a acortar los tiempos a la hora de contar con formación universitaria en los esports.